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Escrito por: Mtra. Rosa Ma. García López, Directora de Preschool de Cumbres International School Lomas.
La educación inicial es la base que permite desarrollar en los niños habilidades que sin duda necesitarán a lo largo de la vida. Es la época en la que los niños desarrollan sus capacidades y potencialidades. Este nivel educativo se considera indispensable, ya que en esta época los niños presentan cambios sustanciales en los aspectos físico, social, cognitivo y afectivo, por ejemplo:
- Se genera un mayor desarrollo neuronal.
- Se determinan las capacidades para las relaciones afectivas y de vínculo.
- Se presenta el reconocimiento de sí mismo, del entorno físico y social.
- Se conforma su carácter.
Uno de los propósitos que tiene la educación preescolar es la posibilidad que se les brinda a los niños de experiencias de aprendizaje que contribuyen en sus procesos de desarrollo de manera efectiva.
Los niños, al experimentar una sólida formación inicial en ambientes de aprendizaje dirigidos por especialistas en educación infantil, se desenvuelvan de mejor manera ya que se promueven actividades con una intención pedagógica bien definida.
Por lo tanto, podemos afirmar que la educación preescolar representa un nivel educativo de gran relevancia en el ser humano, ya que es la base de nuestra formación, es una época donde se adquieren y desarrollan una gran variedad y diversidad de habilidades y destrezas.
La educación que se logra en edades tempranas es considerada como un ciclo formativo esencial y determinante para lograr un desarrollo óptimo en edades posteriores. En esta etapa la educación afectiva juega un papel determinante en el desarrollo emocional y psicológico de los niños. Una educación en afecto tiene un gran impacto en el desarrollo del vínculo afectivo que los niños deben de tener con las personas que los rodean, además de tener un valor imprescindible en el desarrollo del intelecto y de las destrezas sociales.
El vínculo afectivo estable y sano promueve el desarrollo de un modelo mental positivo y una conducta social adaptada y segura en el niño. Los vínculos que se establecen entre el aspecto afectivo y el intelectual son tan estrechos que no es posibles disociarlos, la influencia mutua que ejercen determina la manera en que el niño construye sus primeros contactos afectivos y dependen en gran medida de su desarrollo intelectual y de su proceso de socialización.
Es necesario brindar al niño de un entorno afectivo y equilibrado para lograr un desarrollo óptimo y justo eso lo promueven los preescolares. Brindemos a nuestros niños esta gran oportunidad de contar con una educación formal en etapas tempranas.
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